 | Creí que eras feliz. Tu sonrisa feliz era, Tu boca feliz cantaba, Tu cuerpo feliz danzaba, Tu mente feliz pensaba. Pero... Tu sonrisa me mintió. Tan sincera y virginal Atrajo mi atención y sin razón accedí a ser sumiso, predecible, patético, ilógico. Tu boca me mintió. Me cantó y me dijo... que todo estaba bien, que nada te hacía falta, que al fin eras feliz, pero que pendejo fuí, era cuando más sufrías, encadenada al borde del abismo, lista para saltar. Tu cuerpo me mintió. Otra cosa más que aprendiste a fingir, mi ego ayudó también, ya es difícil por demás, diferenciar la verdad de las mentiras y más cuando se actúa la verdad hablando con mentiras pensando en en ambas por igual. Tu mente me mintió. Me llevó por tu cabeza visitando realidades de pasión y éxtasis, nublaron mi juicio, mi sentido de razón y de cordura. Creí que éras feliz, y te pregunto... Ahora, eres feliz? |
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