Maldito el sol que te mantiene viva, y esa agua de lluvia que te droga. La hierba mala traiciona tus colores, amarra tus raices y no puedes volar. El viento acarica tus pétalos, tu tallo se estremece de calor; el veneno de tus espinas, corre por mis venas. Sé que muero a cada instante, pero no logro dejar de amarte. |